En el marco de las celebraciones por el 60 Aniversario de nuestro Seminario, el 17 de julio de 2024 fue develada una estatua en memoria de San Juan María Vianey - El cura de Ars -, gracias a las aportaciones del presbiterio de Tlalnepantla. Se trata de un monumento conmemorativo en memoria de los sacerdotes de nuestra Arquidiócesis que han entregado su vida al servicio del Evangelio y de sus comunidades.
¿Porqué una imagen del cura de Ars? Aquí te lo explicamos:
Juan Maria Vianney nació el 8 de mayo de 1786 en Dardilly, cerca de Lyon, Francia. Hijo de padres agricultores recibió instrucción religiosa de su madre aunque llegó a su juventud siendo analfabeta.
A los 17 años, Juan sintió la llamada al sacerdocio, habría dicho que: "Si fuera sacerdote, querría ganar muchas almas". Su formación no fue fácil debido a su escasa preparación intelectual y cultural, sin embargo logró ser ordenado sacerdote el 13 de agosto de 1815, a la edad de 29 años.
En 1818, fue enviado a Ars, un pequeño pueblo del sudeste de Francia lleno de cantinas y cuyos habitantes muy escasamente asistían a misa, sin embargo él lo transformó todo. Ahí fundó el Instituto "Providencia" para acoger a los huérfanos y visitar a los enfermos y a las familias más pobres, restauró la iglesia y organizó las fiestas patronales.
Fue en el Sacramento de la Reconciliación donde expresó mejor la misión del Cura de Ars: siempre disponible para la escucha y el perdón, pasaba hasta 16 horas al día en el confesionario, salvando numerosas almas y consiguiendo conversiones impresionantes. Cada día, una multitud de penitentes de todas partes de Francia se confesaban con él, tanto que Ars fue rebautizado como "el gran hospital de las almas". El mismo Vianney hacía largas vigilias y ayunos para ayudar a expiar los pecados de los fieles: "Te diré cuál es mi receta", explicó a un cofrade, "doy a los fieles que se confiesan solo una pequeña penitencia y el resto de la penitencia la suplo yo en su lugar". El último año de su vida los peregrinos que llegaron a Ars fueron 100 mil.
Consagrado enteramente a Dios y a sus feligreses, murió el 4 de agosto de 1859, a la edad de 73 años. Sus restos descansan en Ars, en el Santuario dedicado a él, que acoge 450,000 peregrinos cada año. Beatificado en 1905 por Pío X, Juan María Vianney fue canonizado en 1925 por Pío XI, quien en 1929 lo proclamó "Patrón de todos los párrocos del mundo".
En 1959, en el centenario de su muerte, San Juan XXIII le dedicó la Encíclica Sacerdotii Nostri Primordia, proponiéndolo como modelo para los sacerdotes, mientras que en 2009, con motivo del 150º aniversario de su muerte, Benedicto XVI convocó un "Año Sacerdotal" en la Iglesia universal para ayudar a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, y para que su testimonio de fidelidad al Evangelio en el mundo de hoy fuera más incisivo y creíble.
La estatua develada en nuestro Seminario de Tlalnepantla tiene su origen en el momento en que el Cura de Ars llega a ese pueblo, y le dice a un niño: “Enséñame el camino a Ars, y yo te enseñaré el camino al Cielo...”
QUE LA PRESENCIA DE SAN JUAN MARÍA VIANEY EN NUESTRO SEMINARIO, SIRVA DE MODELO DE SERVICIO Y ENTREGA GENEROSA A LOS FUTUROS SACERDOTES DE NUESTRA ARQUIDIÓCESIS
Fuentes: Encíclica SACERDOTII NOSTRI PRIMORDIA, Vatican News, Catholic.net.