El pasado 1°ro de septiembre, se celebró la fiesta de Nuestra Señora de los Remedios. Fue presidida en la capilla de San Miguel Arcángel por nuestro obispo Don José Antonio Fernández Hurtado. Se reunieron todos los sacerdotes de la Arquidiócesis y el Seminario de Tlalnepantla a celebrar la Eucaristía, y a presenciar cómo ocho hermanos nuestros fueron instituidos, cómo ministros lectores y acólitos, sus nombres: Luis Enrique Carvente Zendejas, Gerardo Hernández Ivar, Oscar Ignacio Cruz García, Miguel Ángel Cruz Reyes, Víctor Manuel Becerril, Raymundo Tonathiu Miranda, Jesús Trinidad Reyes y Diego Ignacio Olvera.
Primero se rezaron las Laudes a las 9 de la mañana, terminando, el señor obispo llegó a las instalaciones del Seminario para hacer la bendición de la Puerta Santa en la capilla del Seminario, con motivo del año jubilar, y también dio la bendición a las vestiduras de nuestros hermanos ministros; después de realizar el acto, fuimos preparando todo el servicio para la peregrinación y disponernos para la celebración Eucarística.
La misa tuvo 2 momentos importantes, la primera fue el decreto que expuso el Pbro. David Serratos Espinoza (Canciller) y la segunda, la institución de ministerios. Después de la Homilía, el Obispo, comenzó el rito de la institución de ministerios. Primero fueron llamados por su nombre y al estar frente al obispo, él les hablo acerca de lo que iban a recibir y el compromiso que llevarán a cabo. Él, habla del sacrificio de Cristo y por medio de ello, tendrán que aceptar la responsabilidad y el valor del orden sagrado.
Terminando la primera parte del rito, realizaron una promesa; los ministros lectores al recibir la biblia y los ministros acólitos al tocar el copón con el pan. Ellos deben tomar en cuenta el sacrificio que hacen por Cristo en el altar, para que cuando sean sacerdotes puedan crecer en fe, esperanza y caridad, de manera que les ayude en su crecimiento personal y espiritual.
Terminando la celebración Eucarística tuvimos una convivencia con nuestro obispo en la casa del peregrino. Esto es comunidad, esta es la iglesia, hoy en día. El mundo está sediento, hambriento de Jesús, Él es nuestro alimento por medio de la palabra, por ello el pueblo de Dios requiere ministros que se comprometan en esta vida de servicio, para que el día de mañana sean esos sacerdotes que Dios quiere que sean.
Por eso sigamos motivando a los jóvenes e invitándolos a que se den la oportunidad de escuchar el llamado de Dios, que no tengan miedo, pidamos al Señor que siembre su semilla en esos jóvenes que andan en busca de su vocación, y que María en su advocación de la Virgen de los Remedios nos proteja y sea nuestro remedio de cuerpo alma y mente.
Por último, encomendemos el Seminario de Tlalnepantla a nuestra madre para que interceda por los sacerdotes y seminaristas, que ningún obstáculo se interponga en nuestro camino y podamos seguir respondiendo con firmeza al llamado de Jesús.
Seminarista Yahir Sánchez Ferrusca
1er grado de Discipulado
Seminario de Tlalnepantla